¡Alto! Respira, observa y piensa antes de actuar
- Leonardo García

- 22 jul
- 2 Min. de lectura

A veces, justo antes de hacer algo que podría cambiarlo todo, deberíamos detenernos, vivimos en un mundo tan acelerado que no nos frenamos a pensar en los posibles resultados de nuestras decisiones.
Y esto ocurre no porque no sepamos que puede salir mal, sino porque estamos atrapados en un momento de impulso. El cuerpo arde, la cabeza da vueltas, y algo dentro de nosotros grita: “hazlo ya”.
Tal vez es responder ese mensaje con rabia, salir corriendo de una relación, soltar palabras hirientes, huir. Lo que sea. Solo queremos hacer algo para liberar lo que sentimos.
Y en parte es normal, especialmente en la prepa, cuando estamos en un periodo complicado de nuestras vidas y desarrollo personal. Pero actuar desde el impulso tiene un precio: muchas veces tomamos decisiones que nos afectan o simplemente hacemos cosas que no deberíamos solo para agradarles a otros.
Hay una herramienta que puede ayudarnos en esos momentos. Se llama literalmente STOP y es una técnica que forma parte del programa MBSR (Mindfulness-Based Stress Reduction), creado por Jon Kabat-Zinn, y está pensada justo para ayudarnos a no regarla tanto a la hora de tomar decisiones rápidas.
Eso sí, STOP no es una receta mágica, es una pausa consciente. Tómalo como un pequeño respiro mental que permite responder, en lugar de reaccionar.
La primera letra, S, viene de Stop. Literal: DETENTE. No escribas, no grites, no te vayas todavía. El simple hecho de detenerte unos segundos puede evitar que tomes una decisión que después no podrás deshacer.
La T viene de Take a breath: RESPIRA. Inhala profundo. Cuando respiramos con intención, el cuerpo entiende que no hay peligro real, y se calma. Solo entonces podemos ver con más claridad.
La O es de Observe: OBSERVA lo que está pasando dentro de ti. ¿Qué emoción estás sintiendo? ¿Qué pensamientos te están empujando a actuar? ¿Estás actuando por enojo, miedo, tristeza? No te juzgues. Solo obsérvate.
.
Y finalmente, la P: Proceed. PROCEDE. Haz lo que tengas que hacer, pero ahora con conciencia. No desde la urgencia, sino desde la decisión.
Parece simple, pero no lo es. Parar, respirar, observar y proceder requiere valentía y reflexión.
El impulso nos empuja a reaccionar. Y tal vez ese pequeño espacio mental es justo lo que necesitas para no causarte un problema a ti mismo o a los demás. Por ejemplo, para no decir algo que no piensas, para no lastimar a alguien o hacer algo de los que te puedas arrepentir.




Comentarios