Qué hacer si me quieren asaltar en la calle
- Leonardo García
- 22 may
- 2 Min. de lectura

Todos los jóvenes de prepa que usan el transporte público para ir a sus casas o a la escuela son vulnerables a un asalto en la calle. Por eso, es crucial estar preparados y saber cómo actuar ante una situación así.
Si bien nadie desea enfrentarse a esta experiencia, tener un plan y conocer las recomendaciones de expertos puede marcar una diferencia significativa en el resultado.
Ante la amenaza de un asalto, la primera y más importante recomendación es mantener la calma. El pánico puede nublar el juicio y llevar a acciones que pongan en mayor riesgo su integridad.
Los objetos materiales, aunque valiosos, son reemplazables. En una situación de asalto, la resistencia activa generalmente no es aconsejable.
Los asaltantes suelen estar tensos y cualquier movimiento brusco o intento de confrontación podría interpretarse como una amenaza.
Y bueno, aunque no te guste, debes cooperar con el asaltante. Sabemos que es frustrante, pero es mejor seguir sus indicaciones de manera tranquila y sin dudar. Entrega lo que te pide: teléfono celular, cartera, mochila.

Evita el contacto visual directo. Mirar fijamente a un asaltante puede ponerlo nervioso y hacer que actúe más agresivo de lo normal. Mantén la mirada baja o periférica.
Eso sí, si puedes observar algunos detalles que te ayuden a identificarlo es bueno, como el tipo de ropa que usa, su complexión, si tiene tatuajes visibles o la forma de su cabello o rostro.
Una vez que el asaltante se haya retirado, por favor, no intentes seguirlo. Dirígete mejor de inmediato a un lugar seguro. Puede ser una tienda, un negocio abierto, una estación de Metro o si ves un grupo de gente, acércate a ellos para pedir ayuda.
Cuando estés más tranquilo o tranquila, reporta el incidente a las autoridades llamando al número de emergencia local. En todo México puedes llamar al 911. Proporciona la mayor cantidad de detalles posible sobre lo ocurrido y las características del asaltante.
Es fundamental recordar que no es tu culpa haber sido víctima de un asalto. Nadie puede saber en qué momento le puede tocar a uno, pero si actúas con inteligencia, a lo mucho podrás perder un celular, pero conservarás lo más importante: tu vida.
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