¿Debo responder con violencia cuando me hacen bullying?

Suena tentador, ¿no lo crees? Pero aunque parece una salida fácil, esa no es la respuesta. La violencia respondida con más violencia no lleva a ninguna solución, solo agranda el problema.

Cuando alguien se burla de ti frente a los demás, te empuja, te acosa o te hace sentir mal, lo primero que pasa por la cabeza es defenderte. Pero, ¿eso significa soltar un golpe?, ¿responder igual?

El bullying duele y en México tenemos un enorme problema con eso, sabemos que 7 de cada 10 estudiantes de primaria y secundaria han sido víctimas de acoso escolar, según datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) lo dice claro: “La violencia no es la forma adecuada de resolver los conflictos escolares”.

Puede parecer una salida rápida, una manera de recuperar el respeto o frenar las burlas. Pero, en realidad, muchas veces empeora las cosas. El agresor busca una reacción. Y cuando la tiene, el ciclo se repite.

Imagina esto, si golpeas a quien te hace burla él o ella puede responder de manera más agresiva y hacerte daño ahí mismo.

Y en el otro escenario, en el que tú ganes la pelea, ten casi por seguro que habrá una venganza por parte de tu agresor o agresora. Y esta vez ya no lo hará solo por molestarte, sino por rencor.

No se trata de aguantar ni de quedarse callado. Pero sí de encontrar otras formas de defensa.

Las escuelas tienen protocolos, desde el Kinder hasta la universidad. Las autoridades educativas como la SEP han implementado canales de denuncia, y, aunque a veces parezca que nadie escucha, cada vez hay más conciencia sobre el tema.

Resistirse a responder con un golpe también es una forma de fuerza. Hablar con un profesor o con tus papás sobre el tema no te hace débil.

Además, piénsalo, tu agresor podría estar acosando a otros compañeros de tu escuela. Si tú eres el primero en alzar la voz y denunciar lo que pasa, le harías también un gran favor a ellos y ellas.