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¿Y si me salgo de casa? Pensamientos que debes ordenar antes de hacer una locura

  • Foto del escritor: Leonardo García
    Leonardo García
  • 7 may
  • 3 Min. de lectura



Sabemos que a veces la relación con tus papás, hermanos o familiares con los que vides puede ser caótica. Las discusiones, los desacuerdos y esa sensación de que nadie te entiende pueden hacerte pensar que la única salida es agarrar tu mochila y desaparecer.


Pero antes de que te dejes llevar por ese impulso, piensa las cosas con calma. Irse de casa así de la nada, por una discusión o pelea con alguien, no te abre la puerta de la libertad. Al contrario, te expones a ti mismo a una serie de problemas más allá de dónde dormir.


Sin importar la situación económica en tu casa, tienes un techo en donde dormir, ropa para vestir, algo que comer, agua, electricidad, compañía y un espacio a donde llegar. En la calle no existe eso.


A veces, por lo que vemos en la televisión o películas de jóvenes que dejan su casa tras una pelea familiar, creemos que podemos hacer lo mismo. No es así.


¿Piensa a dónde irás? ¿A casa de un amigo o familiar, por cuanto tiempo? ¿Ir directamente a la calle, a expensas del clima y la delincuencia? ¿Un albergue, al menos sabes si existen en México? ¿A una estación de camiones, sabes que si eres menor de edad no te dejan subir solo a alguno?


Al salirte impulsivamente, dejas atrás la protección de tu familia y de tu hogar, para enfrentar una realidad que puede ser mucho más desafiante de lo que imaginas.


Antes de pasar a la lista de todo lo malo que implica salirse de casa por un impulso, debes saber que los expertos recomiendan ser más comunicativo con tus padres, hermanos o familiares con quienes discutiste.


Entiende que los adultos y las otras personas también tienen sus propios problemas y en la mayoría de las veces no los trabajan para evitar causar daños a sus seres cercanos. Por eso, si está en tus posibilidades, intenta tener tu la iniciativa para mejorar la comunicación:


"A veces te parecerá imposible, como si tus padres no fueran capaces de entender tu punto de vista y nunca fueran a cambiar. Pero el hecho de hablar y expresar educadamente tus opiniones puede ayudarte a ganarte el respeto de tus padres, y podrán llegar a acuerdos satisfactorios para ambas partes", señala un artículo de Kids Healt.


Ahora bien, si el motivo por que el que te quieres salir de tu casa está relacionado directamente con una situación de abuso o violencia, las cosas son diferentes.


En estos casos, tampoco es recomendable salir sin un plan. Acércate a las instancias de apoyo, como los centros de apoyo SOS Mujeres, o la Procuraduría de Protección de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.






Problemas a los que te enfrentas al salirte de tu casa por un impulso


  • Falta de dinero y pocas opciones de trabajo: Encontrar un trabajo que te dé suficiente dinero para pagar comida, transporte y todos tus gastos con 16, 17 o 19 años no es tarea fácil. Mucho menos si esperas rentar un lugar donde vivir y seguir con tus estudios de preparatoria.


  • Sin un lugar donde vivir: Para una persona adulta, con carrera terminada y un sueldo modesto, conseguir un lugar seguro y barato para vivir no es tan sencillo, ahora imagina que tan complicado es para un adolescente, sin trabajo, dinero o referencias.


  • Delincuencia y adicciones: Estar solo te hace más vulnerable. Hay personas que pueden aprovecharse de la necesidad y la inexperiencia de los jóvenes, especialmente cuando comienzan a habitar en las calles. Podrías ser víctima de explotación sexual y consumo de drogas.


  • ¡Adiós a la escuela!: Si todavía estás estudiando, irte de casa sin un plan puede significar dejar tus estudios. ¿Cómo vas a pagar la escuela, los libros, el transporte y tener tiempo para estudiar si estás trabajando para sobrevivir?


  • Fin de tus relaciones. Aunque tengas amigos que quieran ayudarte o una pareja que pueda llevarte a su casa, esto seguramente no es permanente y a medida que pase el tiempo, es probable que dejarás de tener contacto con ellos. Además, si te ocultas de tu familia, reduces muchísimo la posibilidad de resolver el problema que te hizo irte de tu casa.


Sabemos que los problemas en casa pueden ser muy difíciles. Pero antes de tomar una decisión tan grande, considera todas las situaciones negativas que puedes atravesar sin dinero, hogar, protección o comida.

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