¿Qué es la sororidad?

Seguro que has escuchado este concepto, y de hecho es muy bueno que lo conozcas. En resumen, la sororidad describe la solidaridad y apoyo entre mujeres, especialmente en el contexto de la lucha por la igualdad de género y contra las violencias y desigualdades estructurales.

La palabra proviene del latín soror, que significa “hermana”. Aunque su uso formal en español se popularizó en el siglo XX, el término ha adquirido relevancia en debates feministas contemporáneos.

El feminismo latinoamericano ha adoptado la sororidad como un principio fundamental para contrarrestar las rivalidades impuestas por el sistema patriarcal. Sí, así como lo lees: patriarcal, porque en pleno Siglo XXI todavía está muy arraigado a nuestra sociedad.

La antropóloga y feminista mexicana Marcela Lagarde ha sido una de las principales impulsoras del término en esta región, definiéndolo como un pacto político y ético entre mujeres para apoyarse y avanzar juntas.

A diferencia de la simple amistad, la sororidad implica un compromiso activo de apoyo mutuo que se traduce en acciones concretas, como la escucha activa, el acompañamiento emocional y la defensa frente a situaciones de violencia de género.

En la práctica cotidiana, la sororidad puede manifestarse en gestos tan simples como protegerse unas a otras en espacios públicos o en el trabajo, y en apoyos más formales como la creación de grupos y colectivos feministas.

En México, por ejemplo, existe el Frente Nacional para la Sororidad, mismo que se dedica a brindar acompañamiento legal y psicológico a mujeres que sufren violencia digital.

Además, en el ámbito profesional, la sororidad se refleja en programas de mentoría y redes de apoyo que buscan reducir la brecha de género en sectores donde las mujeres han sido históricamente excluidas.

Este concepto continúa evolucionando y adaptándose a diferentes contextos, pero mantiene como núcleo la idea de colaboración y respaldo entre mujeres para enfrentar desafíos comunes.