¿Por qué nos importa tanto la rachita en redes sociales?

La rachita es ese pequeño contador que aparece cuando tú y un amigo se mandan TikToks o mensajes seguidos. Parece un detalle sin importancia, pero en realidad es mucho más que eso. Es una señal, una especie de pacto invisible que, aceptémoslo, sí es un compromiso pesado.

La racha se siente como una forma rápida y simple de tener contacto con alguien sin necesidad de interactuar mucho. Es como un "hola, vi este video y me recordó a ti", pero más directo. Solo se lo compartes, quizá con un "eres" o "si somos" y ya

Vamos ahora con la parte científica. Nuestro cerebro está diseñado para buscar recompensas. Cada vez que vemos que la rachita sube, recibimos un pequeño golpe de dopamina, esa sensación que nos hace sentir bien, como cuando logramos algo. Y no es raro que eso enganche, que queramos mantener esa pequeña “victoria” día tras día.

Pero más allá del placer inmediato, la racha cumple una función social importante. Es un recordatorio constante de que tenemos una conexión viva con alguien más. Para muchos jóvenes, mantener la rachita es un reflejo de compromiso, de no querer perder esa relación en medio del ruido digital.

Romperla puede sentirse como una pequeña traición, no solo a la otra persona, sino a uno mismo.

También hay un poco de presión y miedo. El famoso FOMO o miedo a quedarse fuera, que no es más que la ansiedad de perder algo que parece valioso. La rachita se convierte en ese reto silencioso que no queremos perder, porque al hacerlo no solo se pierde un número, se pierde una especie de “estatus” emocional.

No podemos ignorar que las redes sociales y las apps están diseñadas para mantenernos enganchados. Los fueguitos, los números, la mascota de TikTok y las notificaciones no están ahí por casualidad; son herramientas para que sigamos interactuando. Eso genera un tira y afloja entre la diversión y la obligación, y muchas veces seguimos porque ya invertimos tiempo y esfuerzo en mantener la rachita.

La rachita es una forma nueva y moderna de expresar cariño y amistad, sin necesidad de palabras directas. En un mundo donde a veces cuesta decir “te quiero” o “te extraño”, mandar ese TikTok diario se vuelve una forma simple y constante de decir “me importas”.