Miedo salir del clóset en tu propia casa. Cómo dar el primer paso
- Leonardo García
- 16 may
- 2 Min. de lectura

Para muchos jóvenes en México, la prepa es una etapa de descubrir quiénes somos. Exploramos ideas, amistades y, sí, también nuestra identidad.
Pero, ¿qué pasa cuando esa identidad se siente diferente a lo que creemos que nuestra familia espera? El miedo a "salir del clóset", como popularmente llamamos al dar a conocer nuestra identidad de género, en nuestra propia casa puede ser abrumador.
La incertidumbre de no saber cómo reaccionarán tus papás o tus hermanos puede generar muchas angustias y preguntas muy válidas, como ¿Cambiará su amor por ti? ¿Habrá decepción, enojo o, peor aún, rechazo?
Muchos jóvenes han recorrido o están recorriendo este camino. Y aunque cada historia es única, sí hay consejos para "salir del clóset" que te permiten comunicarte de manera asertiva con tu familia para darles la noticia.
Recuerda que todo es un proceso personal muy interno, y que no hay ninguna prisa por acelerar las cosas. Toma tu tiempo, medítalo y cuando estés listo o lista, da el primer paso.
De acuerdo con la organización Strong Familiy Alliance, practicar tu discurso te ayudará encontrar las palabras adecuadas para hablar con tu familia. Las recomendaciones que dan son:
Avisar que quieres tener una charla. Usa frases como "Necesito hablar contigo sobre algo cuando llegues a casa esta noche" o "¿Tienes tiempo para hablar? Tengo algo en mente".
Inicia con empatía. Anticipa que será inesperado para tu familia enterarse: “Es difícil para mí decirlo y podría ser difícil para ti escucharlo…”
Pide comprensión ante la noticia. No temas en solicitar que tu identidad de género se mantenga hasta que estés listo para darlo a conocer a otras personas. "Necesito que mantengas esto entre nosotros hasta que esté listo", es una buena forma de decirlo.
Sé directo. No le des muchas vueltas al asunto, ni trates de encontrar una justificación, recurre a frases directas como "Soy gay / bisexual / pansexual / lesbiana / transgénero / queer", etc.
Se sincero con lo que esperas de tu familia. Hazles saber que es un gran paso para ti y quieres compartirlo con ello. Un ejemplo es: “Por favor, debes saber que estoy compartiendo esto porque te amo y te respeto”.
Hazles saber si quieres hablar más en ese momento o si prefieres esperar. Tanto tú como tu familia pueden necesitar tiempo para asimilar la noticia, puedes adelantarte a un silencio incómodo y decir: “Me gustaría hablar más sobre ello después de que tengas un tiempo”.
Prepárate para cualquier reacción. Puede que te sorprendan con una aceptación incondicional, o puede que necesiten tiempo para procesarlo. Es posible que tengan preguntas, y algunas podrían resultarte incómodas.
Intenta responder con paciencia y, si no sabes algo, está bien decirlo. Como jóvenes no tenemos por qué saberlo todo.
Eso sí, recuérdales que sigues siendo la misma persona que aman, con la que han vivido tanto tiempo y crecido juntos.
Tu orientación sexual o identidad de género es solo una parte de ti, no la define por completo.
Si la reacción inicial no es la que esperabas, no te desanimes. El proceso de aceptación puede ser gradual para algunos padres y hermanos. Dales espacio si lo necesitan, pero también mantén abiertas las líneas de comunicación.
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