La presión sexual en el noviazgo: cómo tomar decisiones informadas
- Leonardo García
- 9 may
- 2 Min. de lectura

Cuando vamos en la prepa, experimentamos por primera vez muchas cosas con nuestras parejas y es normal tener dudas o miedos. Sin embargo, es mejor poner altos cuando nos quieren presionar para hacer algo que no queremos, especialmente en el ámbito sexual.
La presión sexual ocurre cuando una persona se siente forzada, directa o indirectamente, a involucrarse en actividades sexuales que no desea o para las que no se siente preparada.
Reconocerla y aprender a tomar decisiones informadas es clave para proteger la salud física y emocional. Aunque sabemos que no siempre se presenta de forma evidente, sino como chantajes.
La organización Love is Respect indica que algunas de las señales de que estamos siendo presionados sexualmente se dan este tipo de situaciones:
Te hace sentir como si se lo debes. Porque estás en una relación, porque has tenido sexo antes, porque gastaron dinero en ti o te compraron un regalo.
Te hacen elogios que suenan extremos o insinceros como un intento de conseguir que hagas algo.
Te da drogas y alcohol para “relajar” tus inhibiciones.
Juega en el hecho de que estás en una relación, diciendo cosas tales como: "El sexo es la manera de probar tu amor hacia mí".
Reacciona negativamente con la tristeza, la ira o el resentimiento si dices que no.
Continúa presionándote después de decir que no.
Según Planned Parenthood, una destacada organización en educación sexual en Estados Unidos, esta forma de presión puede provocar sentimientos de culpa, inseguridad y ansiedad.
Es decir, te hacen creer que eres una persona cerrada, aburrida y te amenazan con dejarte si no das "esa prueba de amor". Critican tu miedo y se burlan de ti.
Frente a este tipo de situaciones, es fundamental que cada persona tenga claro qué desea y qué no desea en su vida sexual. Si consideras que no estás lista o listo para tener relaciones, lo mejor es mantenerse firme con un "NO".
Saber decir "NO" cuando algo no se desea no es un signo de debilidad, sino de respeto hacia uno mismo. El consentimiento debe ser claro, voluntario, informado y puede retirarse en cualquier momento.
Si una persona insiste o se enoja cuando se le dice que no, eso es una red flag muy grande sobre lo tóxico que podría ser esa relación si no sales de ahí a tiempo.
Ten en mente siempre que una pareja que verdaderamente se preocupa por ti no te presiona ni te manipula. Respeta tus tiempos, tus límites y tus decisiones.
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