El lado oscuro de las apuestas deportivas

Aceptémoslo, las apuestas deportivas ya no son una actividad exclusiva de adultos. Hoy en día, adolescentes y jóvenes en todo el mundo puede acceder a ellas tanto en aplicaciones de celular, páginas web y hasta quinielas en la escuela.

Las apps de apuestas son cada vez más accesibles, más llamativas y más agresivas en su publicidad. Basta con ver que uno de los principales patrocinadores de la mitad de equipos de la Liga Mx es un casino.

Algunas apps permiten registrarse sin verificación real de edad y ofrecen promociones diseñadas para enganchar desde la primera apuesta. Y seamos sinceros, muchos jóvenes aún no tienen la madurez emocional ni el control sobre sus impulsos para enfrentarse a estas dinámicas.

Aunque en México la ley prohíbe que menores de edad apuesten, no existen mecanismos efectivos para evitarlo. Desde los 14 o 15 años, muchos adolescentes ya están haciendo sus primeras apuestas, a veces incluso con el dinero que reciben para transporte o alimentos.

La adicción al juego, también llamada ludopatía, activa las mismas zonas cerebrales que sustancias como la cocaína. Esa emoción intensa al ganar y la ansiedad desesperada al perder forman un ciclo difícil de romper.

En México, se estima que entre 1 y 4 millones de personas presentan comportamientos de juego problemático, y una parte creciente de ellos son jóvenes.

En redes sociales, testimonios revelan pérdidas económicas alarmantes. Por ejemplo, un joven mexicano que, con apenas 18 años, perdió más de 70 mil pesos apostando en línea compartió su historia en Reddit. Puedes leer su caso aquí.

En su desesperación por recuperar lo perdido, tomó dinero de sus padres sin permiso. Algo que ocurre más seguido de lo que crees.

En México, instituciones como la UNAM comienzan a desarrollar modelos para identificar la ludopatía en jóvenes. Aunque existen algunos centros que brindan atención, el acceso sigue siendo limitado y la prevención insuficiente.

Mientras tanto, la publicidad de casas de apuestas continúa creciendo, normalizando su presencia en eventos deportivos, redes sociales e incluso entre influencers a través de podcast y dinámicas o activaciones durante partidos importantes, como juegos de la Selección Mexicana.