¿Cómo se decide dónde se construye una prepa en México?
- Leonardo García

- 11 nov
- 2 Min. de lectura

Actualmente, la SEP trabaja en la construcción de 20 nuevas preparatorias en el país, y la ampliación de otras 33 escuelas de nivel bachillerato ya existentes. Pero ¿te has preguntado cómo se decide en dónde tienen que construir un nuevo plantel?
Bueno, el proceso involucra el trabajo de muchas instituciones. Entre ellas, la SEP, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, gobiernos estatales, municipales y hasta el INEGI, la CFE o las dependencias de agua de cada entidad.
Análisis de la demanda
Primero se hace el análisis de en dónde hace falta una escuela. Es decir, se buscan regiones en donde el número de egresados de secundaria sea mayor que la capacidad de las preparatorias más cercanas.
Por ejemplo, supongamos que en una zona de Oaxaca hay cinco secundarias, pero solo dos preparatorias cercanas. Para evitar que los chicos de secundaria dejen de estudiar por falta de cupo, se hace un proyecto para edificar una nueva preparatoria, ya sea CONALEP, CETIS, Bachillerato General o Técnico, según la necesidad de la región.
Elección del Terreno
Luego, comienza lo interesante: cómo se elige el terreno. Para esto existe la Norma Mexicana NMX-R-003-SCFI-2011, emitida por la Secretaría de Economía y aplicada por la SEP y los Institutos de Infraestructura Física Educativa (INIFE) de los estados, establece los criterios técnicos, legales y ambientales que deben cumplirse antes de construir cualquier escuela pública o privada, desde nivel inicial hasta superior.
La norma indica, por ejemplo, que no se puede construir una escuela en terrenos que sean propensos a inundaciones, deslizamientos o hundimientos, ni cerca de ríos, barrancas, minas, zonas volcánicas o fallas geológicas. También deben descartarse las áreas donde existan riesgos de maremotos, erosión o contaminación del subsuelo.
Además, los predios no pueden estar cerca de basureros, gasolineras, ductos de combustible, torres eléctricas, presas o fábricas que manejen materiales peligrosos
Otro requisito es que el terreno tenga acceso seguro y cuente con servicios básicos. En las zonas urbanas debe haber agua potable, drenaje, energía eléctrica y vialidades pavimentadas. En comunidades rurales se permiten pozos o fosas sépticas, pero siempre con autorización de las autoridades competentes.
La norma también pide que las escuelas estén cerca de medios de transporte y, en lo posible, a menos de 15 kilómetros de un centro de salud. El camino hacia el plantel debe ser accesible y no obligar a los alumnos a cruzar zonas peligrosas.
En cuanto al tamaño, el terreno debe tener espacio suficiente para las aulas, áreas deportivas y servicios, según el tipo de escuela. En el caso de las preparatorias, se calcula un promedio de entre 5 y 12 metros cuadrados por estudiante, dependiendo del modelo educativo.




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