¿Ya tienes plan B, C y D si no te quedas en la carrera que quieres?

Si ya vas en tu último año o semestre de prepa y sabes qué es lo que quieres estudiar en la universidad, no está de más pensar también en qué pasaría si no te quedas en la carrera.

No te estamos echando la mala sal, solo sugerimos que tengas otras alternativas en tu radar, en caso de que los planes no salgan como los imaginas.

Que no te quedes en la escuela o carrera que quieres no es el fin del mundo. De hecho, puede ser una oportunidad para descubrir nuevos caminos que no habías considerado.

Por qué tener un plan B (y C o D) es importante

Las cosas no siempre salen como planeamos. No entrar a la carrera que deseas es una posibilidad latente para cualquier estudiante de prepa.

Pero tener alternativas te ayuda a quitarte la ansiedad y a tomar mejores decisiones. Además, es tiempo de que asumas más responsabilidades sobre cómo manejarás tu futuro.

Muchas veces un camino distinto puede ser igual o más interesante. Quizá descubras que te gusta algo diferente o que esa otra carrera también o actividad te abre muchas puertas.

Cómo armar tus planes alternativos

Primero investiga otras escuelas, no te cierres a una única opción. Entendemos que, a veces, estudiar en la UNAM o el IPN es el sueño más grande que un alumno puede tener, pero hay otras escuelas que también ofrecen una buena calidad de enseñanza y prestigio en el mercado laboral al graduarte.

Explora carreras nuevas. No siempre sabemos qué otras opciones existen. A veces, una carrera diferente puede ajustarse más a tus gustos y habilidades, y ni siquiera la habías considerado.

Por ejemplo, supongamos que quieres estudiar arquitectura porque te gustaría construir edificios, casas o plazas; pero también te apasiona mucho todo lo que tiene que ver con el orden de una ciudad, el trazo de las cuadras, dónde construir parques, hospitales o escuelas, entonces una alternativa sería Urbanismo.

Otro consejo para un Plan B es considerar que existen distintas formas de estudiar. Las universidades públicas, como la UNAM, el Poli o la UAM, y varias privadas, tienen carreras con modalidades abiertas, a distancia o en línea.

Las carreras de Derecho, Economía, Enfermería, Contabilidad o Diseño Gráfico son algunas de las que permiten estos esquemas de estudio.

Aprovecha el tiempo si no entras a la universidad. Puedes trabajar, practicar un deporte, aprender un idioma o tomar cursos que te preparen para el próximo intento o para otras opciones.

Todo dependerá de la situación en tu casa. Si es necesario que comiences a aportar en el gasto de tu hogar, puedes considerar un empleo formal para que comiences a generar tu propio dinero.

Si la economía de tu familia lo permite, puedes tomar cursos de algo que te pueda ayudar en el futuro. Por ejemplo, Excel, inglés, programación, finanzas, etc. El chiste es no dejar de aprender y no dejar de lado el estudio.

Habla con tu familia. Plantea siempre la posibilidad de un Plan B, C o D, en caso de que no te quedes en la carrera que quieres.

Déjales ver que tienes iniciativa para no quedarte en el limbo en caso de que no alcances lugar en la universidad y que aprovecharás el tiempo para prepararte para intentarlo en la próxima convocatoria.